TESTIMONIOS

Hace un par de años yo pesaba más de 100kg y tenía un porcentaje de grasa de 47%.  Yo comía compulsivamente, pero pensaba que todo se encontraba bien, que no importaba como uno se viera si se sentía bien, y creía que era invencible y que nunca me iba a enfermar de nada.  Yo era nadadora y me esforzaba mucho para rendir bien, pero me cansaba y mi cuerpo tenía que hacer un gran esfuerzo.  Es duro darse cuenta de que todo eso era solo una venda que yo misma me ponía para no aceptar que había algo más aparte del sobrepeso.  El sobrepeso no es solo por comida, es la forma en que uno llena un vacío aunque no sepa determinar cuál es, y lo va deteriorando a uno con el tiempo.  Lo que importa es lo que le estamos haciendo a nuestro cuerpo que es el que nos da fuerzas cada día, el que nos levanta y nos permite ver a las personas que queremos.  Doy gracias de que mi hermana un día me comentó sobre Rosanna, la persona que tanto me ayudó durante el duro proceso de darme cuenta lo que le estaba haciendo a mi cuerpo.  Desde el día que decidí ir a ver a Rosanna iba con la mentalidad de que tenía que hacer algo para que mi mente y mi cuerpo pudieran estar bien y también sabía que yo sola no lo iba a poder lograr.  Uno realmente necesita el apoyo de alguien que comprenda y esté capacitado para guiarlo a uno durante este transcurso de cambio, porque no solo es un cambio físico sino también mental por que una va de la mano con la otra.  Gracias a Rosanna aprendí que la comida no era algo que necesitaba todo el tiempo y a comer lo que fuera, aunque fuera dañino para mí, logré comprender este dicho de “no hay que vivir para comer, sino comer para vivir” y darle a mi cuerpo lo que él necesitaba para estar bien y tener una mejor calidad de vida.  Yo logré bajar hasta 73 kg y mi porcentaje de grasa bajó a 31%.  Otro beneficio que obtuve fue que empecé a nadar mucho más rápido y logré bajar 10 minutos a mi tiempo record.  Ahora tengo 7 meses de embarazo y he mantenido mi peso igual y mi bebé y yo estamos saludables y sin las complicaciones que siempre se dan por el mal mantenimiento.  Ojalá todo el mundo pudiera abrir los ojos y realmente ver que no es que ser flaco sea bonito, pero que ser saludable sí es bonito de verdad.  Muchas gracias a mi familia y a Rosanna por el apoyo.  Espero que tomen en cuenta lo que a mí me ayudó y le ayude a usted y a mucha gente  más, con que uno persona más se anime a ser ayudada por Rosanna yo soy feliz. A.G., 25 años